A pesar de la acusada pendiente del terreno en que debía implantarse la vivienda, era una premisa básica para la propiedad el establecer el programa principal de la vivienda en una sola planta. También establecieron los propietarios su deseo de que el jardín fuera un espacio más de la vivienda por lo que la relación de éste con el interior de la misma debía ser muy estrecha.

La búsqueda de la solución a una edificación en una sola planta y que la vez debía adaptarse a una topografía con una acusada pendiente, dio como resultado la casa Ortega.

Durante el proceso se estudiaron cuidadosamente los hábitos de una familia que crecía durante el mismo, debiendo adaptarse a sus necesidades como un guante a la mano y, a la vez, tener la flexibilidad que una familia numerosa precisa a lo largo de los años.

Aquí surge una vez más una arquitectura proyectada del interior al exterior, desde la necesidad hasta la formalidad sin más pretensión que la de identificarse con el lugar y con la familia que la iba a habitar.

Los volúmenes de los que se compone surgen así de la necesidad de colocar los distintos espacios enfocados a la mejor orientación. Su disposición además debía establecer las transiciones con el terreno y el jardín, de tal forma que los espacios de estancia diurna debían tener accesos directos a éste y, por tanto, debían apoyarse en él directamente. Los dormitorios por el contrario vuelan sobre el terreno y un volumen de transición desciende para crear un espacio polivalente (juegos, bricolaje , bodega) en contacto con el jardín inferior totalmente abierto a este por el exterior y a la planta principal por el interior.

Los pequeños volúmenes contienen los servicios y cuartos de instalaciones de la vivienda.

Por último el volumen de la planta primera se desprende del terreno generándose un espacio con vistas al horizonte, adecuado para albergar un estudio, un dormitorio de invitados o cualquier tipo de uso que requiriere mayor intimidad.

La disposición de los volúmenes, además de permitir la mejor distribución, iluminación y ventilación en las estancias, genera espacios exteriores adaptados a las necesidades de las distintas estaciones del año. Terrazas bien asoleadas para el invierno, y cubiertas para el verano permiten, tal y como requería la propiedad, que el jardín fuera utilizable durante todo el año.

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  • Año: 2010
  • Unifamiliar Aislada
  • Picassent
  • Promotor Privado

Arnau Arquitectos